miércoles, 8 de mayo de 2013
Maldita distancia...
No tengo por costumbre ser tan concreta en lo que escribo, ya que me gusta que quien lo lea pueda sentirse identificado, pero como es mi blog supongo que puedo hacer lo que quiera ¿no?. Además sé que no seré la única persona en el mundo que odie la distancia... Ahora podríamos decir que tenemos suerte por tener whatsapp, teléfono y medios que nos permiten comunicarnos con personas que están a cientos de kilómetros, pero no hay nada como tener a esas personas cerca, ninguna llamada podrá sustituir una mirada, ningún emoticono puede sustituir la sensación de abrazar a esa persona que tanto echas de menos, ni se pueden entender los silencios... Sentir la presencia, saber que la puedes tocar físicamente, oir la risa, y no leer un "jajaja"... Es odioso, y si pudiera crear un mundo perfecto, cogería a todas esas personas y las pondría en la misma ciudad, porque a mi no me hacen falta riquezas,no hay nada que dé mayor felicidad que poder estar con las personas que quieres. Y yo me pregunto ¿por qué tenemos que estar rodeados de gente que ni nos viene ni nos va, teniendo tan lejos a los que más nos importan? Es muy injusto... No se puede hacer nada, no hay genio de la lámpara al que pedirle tres deseos, ni magia que nos teletransporte a su lado, ni tecnología equiparable al calor humano de esas personas. Sé que todo es acostumbrarse, no pensarlo y conformarse con poder verlas cada varios meses o años, pero en estos momentos yo daría cualquier cosa por pasar un día con esa persona, y saber que seguirá ahí aunque la distancia nos separe...
Sólo curioso...
Es curioso lo rápido que cambiamos de estado anímico ¿no?, curioso cómo hay gente que te transmite seguridad y otra todo lo contrario, curioso cómo olores de antaño te evocan recuerdos, curioso como palabras dichas con ritmo son capaces de sacarnos una lagrimilla o una sonrisa, curiosas las metas que nos proponemos, curiosa la actitud de cada persona ante los obstáculos, curiosos los gustos de cada individuo, curiosa la amistad, curiosas las costumbres en cada país, curiosas las ganas de estar con algunas personas y las ganas de quitar a otras de en medio, curiosos los idiomas. ¡Qué curiosa es la pelotita esta en la que vivimos, ¿no?!
¡Vacaciones ya!
Últimamente, todo es diferente, se dice que la primavera la sangre altera, y desde luego ésta ha venido con fuerza. Estoy segura de que todos hemos experimentado alguna vez ese día (o días) en el que parece que todo el mundo está en tu contra, días en los que no aguantas a nadie, pero no porque tu estés diferente, si no que todo el mundo está alterado (o eso pensamos en esos casos). En esos días te planteas si coger una nave espacial y mudarte a Venus, a ver si los extraterrestres se portan mejor. Yo sinceramente me iría a 806 kilómetros (por decir un número), tampoco está tan lejos como Venus (aunque lo parezca). Pero el hecho no es a cuántos kilómetros te vayas, sino el hecho de evadirte de lo que te rodea, y aparecer en un paraíso con otra gente, lo que viene siendo necesitar unas vacaciones.
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