Nº1: "Se conocieron tiempo atrás, se llevaron bien desde el primer momento y se tuvieron la una a la otra para apoyarse en cualquier momento. Pasaron épocas mejores, y otras simplemente coincidían. Años más tarde la vida quiso juntarlas aún más, y hacer que ahí se forjara la amistad que llevaban cultivando todo ese tiempo. Pasaron todo ese año estrechamente unidas, preocupándose la una por la otra como una buena amistad exige. Fue un año para reir, llorar, viajar, hablar, confiar, compartir y ante todo vivir. Ambas cometieron errores, ambas perdonaron, ambas entendieron, y en ningún momento hubo mayor disputa que las habituales discordancias a la hora de elecciones tan simples como la comida en los bares o los lugares de salida esos viernes noche. Ni siquiera qué música se ponía en el coche causaba problemas.
Todo parecía una película de Hollywood en la que al principio nada va mal, pero, al igual que en dichas películas, todo dio un giro. Una de ellas se tuvo que marchar a otra ciudad, aquella vida que un año antes se empeñó en unirlas hasta la mejor amistad escrita, quiso separarlas. Pero también quiso dejarles un verano más, un verano para no olvidar nunca, tres meses para que ninguna de ellas olvidara que esa amistad era profunda y verdadera, y que la distancia física es sólo un incómodo obstáculo fácil de superar hoy en día."
No conozco el resto de la historia, ya que ni ellas dos lo conocen, pero si Dios quiere esta historia tendrá mucho que decir en un futuro... Espero que así sea, por esas dos personas, y por todas aquellas que se hallen en una situación similar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario