Sometimes....

Hay veces en la vida, que sabes que algo va a pasar, pero no quieres que pase, e intentas no darle vueltas, creyendo que si lo olvidas se arreglará, como un niño pequeño que cierra los ojos esperando a que se pase el peligro... Pero ya no somos niños chicos, y en la vida real esas cosas no se arreglan cerrando los ojos, ni intentando no darle vueltas, porque tarde o temprano pasará, aunque  no queramos.  Porque esas cosas no dependen de ti, y la vida misma se encargará de demostrarte que lo que se estaba cociendo en tu imaginación no era nada más que un previo de lo que te va a ocurrir... Y por mucho que lo pospongas, por mucho que en tu mente hayas intentado crear un cuento de hadas, ese momento llega... Y puede que, si estabas seguro de que llegaría, te hubieras imaginado que te daría igual, que serías fuerte, pero sabes que no, porque si ese momento te daba miedo es porque te importa el cambio que dará tu vida, te importa esa persona, o esas palabras, o ese lugar... Y ante algo que de verdad te importa todos tenemos nuestra debilidad.
Es aquí, donde toca ser fuerte, porque fuerte no es aquel al que no le importa nada, fuerte es aquel que sonríe ante algo que le duele, y si duele importa. Es fácil ser fuerte cuando las decisiones dependen de ti, porque es más fácil asumir las consecuencias de tus actos que la consecuencia de las decisiones de los demás, y esto no significa que no seamos dueños de nuestras vidas, lo somos, somos dueños de nuestros actos, y dueños de la actitud que tomamos ante lo externo.
Es hora de ser fuerte, es hora de crecer, porque si no te cuesta no te importa, y claramente te va a costar, pero va a pasar, y no tiene sentido hundirse, porque eso no va a arreglar nada, simplemente va a hacer que pierdas un tiempo irrecuperable, y no merece la pena, porque solo va a ser uno de los muchos baches en el camino que te queda por recorrer... Así que levántate, sécate las lágrimas, y sonríe, que todo tiene su porqué,  y quizás dentro de un tiempo lo entiendas...