Cuando somos pequeños parece que somos todos iguales, tu y tus amiguitos jugando en el recreo, la única distinción que podríamos hacer sería la de los niños al fútbol y las niñas a las casitas (aunque incluso ya entonces algunos se salen de los esquemas)... Cuando te haces un poco mayor empiezas a ser consciente de que no todo es tan fácil, que no todo es o fútbol o "casitas", que empieza a haber algunos compañeros más populares, y otros diferentes, es a partir de ahí cuando puedes decidir cómo quieres ser, puedes perder tu originalidad en favor de una fama efímera, o perfeccionar tus defectos para hacer de tu originalidad algo atrayente. Lo normal a esas edades es lo primero, y es bien sabido que la fama cambia a las personas, y eso que no estamos hablando de una fama internacional, ni siquiera intercolegial, no, es ser considerado alguien "guay" por tus 20 o 30 compañeros de clase.
La elección que hagas te pasará factura más tarde, aquellos que hayan elegido intentar ser populares, habrán cambiado lo que les diferencia del resto, y mientras intentaban ser como los demás, no se habrán empleado en mejorar aquellos pequeños detalles, esos defectos. No todo es blanco o negro, como decía en otro post, nosotros estamos en medio, ni bien ni mal, así que también hay que decir que había algunos que siendo como eran, habían sido elegidos como populares por el resto, o aquellos que sin querer cambiar se dejaban influir un poco por lo que pensara el resto...
Siguiendo el hilo temporal, llega el bachillerato, época en la que (normalmente) ya se ha acabado la separación, en la que cada cual empieza a sopesar los pros y los contras, y a enfrentarse a ellos porque ninguna elección está libre de responsabilidad. He de recordar que todos estamos expuestos a la influencia de lo que nos rodea, y que a todos nos gusta ser populares, pero soy de la opinión de que nunca se debe renunciar a lo que te hace ser especial (una cosa es cambiar, y otra mejorar, por eso el carácter también se forja) y que es mejor fracasar en tener personalidad que triunfar en copiar la de otro.
He conocido a personas cuyas personalidades son tetris de otras, otras cuyas personalidades eran tan inexistentes que tenían que ir pegadas a otra que sí tenía personalidad para hacer lo mismo que ella, y personas con tanta personalidad que te daban ganas de aplaudirles. Tener amigos variados es algo que te hace mucho más completa como persona, conocer las diferentes opiniones que hay, ver como cada uno tiene sus gustos, y eso es algo en lo que la universidad ayuda mucho...
Quizás al leer esto reflexiones sobre tu carácter, sobre tu personalidad, y pienses que ya es demasiado tarde... si es así quiero decirte que nunca es demasiado tarde para hacer las cosas bien, somos los dueños de nuestras vidas, y nadie nada más que tú va a hacer de tu vida lo que tú quieras que sea.
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