jueves, 7 de marzo de 2013

A helping hand...

Hay una expresión que dice que cuando una puerta se cierra otra se abre, creo que es verdad, pero que estamos tan acostumbrados a llamar a esa puerta, que cada vez que no se nos abre es como si te clavaran un puñal, y te quedas ahí, delante, mirándola, como si sólo con mirarla fuera a abrirse, pero no es asi, y mientras, a lo mejor, tienes otra, diferente (y no por ello ha de ser peor) que está abierta para ti, pero estas tan obcecado en tu puerta, la puerta que siempre ha estado ahí, que jamás te habías planteado siquiera que podía cerrarse, que no entiendes por qué de un día para otro ya no se abre... Entonces llega alguien, alquien a quien le importas, que no quiere ver como malgastas tu vida mirando a ese trozo de madera cerrado y te avisa, te dice que hay más puertas, y que una se ha abierto para ti, y tu desconcertado miras a una, a otra, a una y a otra, sin saber que hacer, sabes que tu puerta ya no se va a abrir, pero no quieres perder lo que había dentro, y sabes que la mejor opción es la puerta nueva, que esta para ti, que no tiene las cosas que tenía la otra, pero tiene otras diferentes, y si te ilusionas incluso mejores, y de la mano de esa persona a la que le importas, vas camino hacia la nueva, dejando atrás poco a poco y con un esfuerzo descomunal, lo que había en la otra, pero con ganas de descubrir y disfrutar lo que te espera en la nueva, TU nueva puerta..

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