En aquella época en la que se formaban los grupos de amigas, yo estaba un poco sola, no encontraba ese grupo que fuera conmigo, en un colegio de niñas pijas todas iguales, cerradas y repipis, yo no encajaba. Sin embargo había algunas que, aunque diferentes entre ellas, no eran así, y se fueron uniendo poco a poco. Yo las veía, y miraba a las otras pijas, y analizaba, hasta que un día, sin esperarlo ni planearlo, empecé a irme con ellas. Son un grupo enorme, de lo más heterogéneo que he visto nunca, las profesoras nos decían que no duraríamos mucho juntas, y que al salir del colegio nos dispersaríamos.
Eran la alegría de aquel insípido colegio, las que conseguían que ir a clase por las mañanas no fuera un martirio (a no ser que alguna pusiera el borrador encima de la puerta y al entrar te lloviera tiza). Aquellas que robaron el árbol de Navidad del pasillo para decorar la clase, las que pusieron Post-its con caras alegres a los cuadros inexpresivos que recorrían los pasillos, esas que hacían merendolas cada semana sólo para romper la monotonía.
Yo formaba parte de todo eso, aunque siempre pensé que yo era (si cabía) la más diferente, y que no terminaba nunca de encajar. Estando dentro lo veía como lejano, y a veces, me chocaban algunas cosas y pensaba en cambiar de amigas. Supongo que a todos nos ha pasado alguna vez, enfadarnos y pensar que ya nunca más te vas a ir con esas personas. Y era en esos momentos en los que me daba cuenta de que no podía estar sin ellas, que son las que me han hecho como soy, las que me han sacado más sonrisas y que fueron las que me "rescataron" cuando estaba sola.
Al salir del colegio dudé de la continuidad del grupo, y efectivamente alguna se fue, pero llegaron otras mejores, que han hecho de este grupo algo increíble, a día de hoy estoy más unida a ellas de lo que he estado nunca, no cambiaría a ninguna de ellas por NADA del mundo, son lo mejor que tengo.
Hoy es 27 de Agosto, ayer fue mi Santo y antes de ayer mi cumpleaños, al ser verano me había hecho a la idea de que no estaríamos muchas, el sábado (24) por la noche quedé con una amiga, se unió un amigo, y yo ya me daba por satisfecha, pero entonces llegaron dos más, luego otras dos, y por último otras dos. Tres de ellas vinieron desde la playa o el campo sólo para celebrar mi cumpleaños. Lo que iba a ser una noche tranquila con un par de amigas acabó siendo una gran noche con casi todas (las que no pudieron venir estuvieron muy presentes de todas formas). Al día siguiente, es decir ya el día 25 no pudimos hacer nada gordo, un par de amigas y unas risas, pero hoy, tras ir de compras con una de ellas, ésta me dijo que por la tarde nos fuéramos al parque a hacer fotos, al llegar, yo feliz con dos discos de música nuevos que me había traído, me sorprendieron allí el resto del grupo.
Por favor que alguien me diga ¿qué más se puede pedir?. Han sido tres días inolvidables, he llegado a casa ahora llorando de la alegría, pensando que jamás quiero alejarme de ellas, que cada día, mes y año que llevo junto a ellas ha merecido la pena, que de cada enfado he aprendido algo, que de cada risa he disfrutado hasta decir basta, y pensando que el ser tan diferentes nos ayuda a todas y cada una, porque estoy segura de que nos hemos hecho entre nosotras mucho más bien del que se pueden haber hecho los grupos de pijas en los que podía haber acabado.
No cambiéis nunca, porque sois lo mejor que tengo, lo mejor que me ha podido pasar, sois lo mejor de este mundo.
Mmmmm.. no esta mal, aunque reconoce que a mi me quieres mas que al resto.
ResponderEliminar