sábado, 22 de febrero de 2014

Juguemos

En un mundo de ombligos y egocentrismo, de selva y supervivencia, de relativismo, egoísmo y disparidades varias. En un mundo en el que la amistad es algo por conveniencia, una especie de pacto consuetudinario, no escrito en ninguna parte, es normal, claro que todo esto es normal. El mundo se ha vuelto completamente loco, ni fidelidad, ni lealtad, ni virtudes, ni ganas de obtenerlas, a Dios lo dejamos en la suela del zapato, y si creemos en algo es en pisotear al resto para sobrevivir uno mismo. ¿A dónde vamos a ir a parar?
¿Sabéis que es lo peor? Que no está la opción de no jugar, si vives en el día a día tienes que salir a flote de alguna manera, y yo sólo digo: juguemos.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Happiness

Nos pasamos la vida buscando la felicidad y no nos damos cuenta de que la felicidad está en nosotros mismos, la gente viene y va, no te puedes aferrar a ellos, ni hacer que tu sonrisa dependa de nadie, porque un día desaparece y con esa persona tu felicidad. Los objetos materiales tampoco van a hacer que seas feliz, se gastan, se pierden. Es todo un absurdo, ser independiente es la única manera de ser feliz, de que las cosas te afecten pero que no te limiten. Cuida de ti mismo, y busca tu propia felicidad porque nadie lo va a hacer por ti.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mi amigo el marciano.

Esta mañana, mientras que hacía algunas cosas en mi casa, me escribieron por Whatsapp, un número que no tenía guardado, la conversación la podréis leer al final del artículo. Era un Marciano, de los que no tienen antenas, ha quedado atrapado en nuestro planeta, y necesita de mecánicos que arreglen su nave. Se está adaptando a la forma de vida en la tierra, y al ser un caso excepcional, también sueña con salir en las pantallas, en las pequeñas y en las grandes, así que si algún actor de cine o guionista está interesado que lo haga saber por aquí y le pondré en contacto con Paco el Marciano. Aprovecho para mandarle un saludo a su familia de su parte, y decirle que pronto estará de vuelta. Muchas gracias a todos.

CONVERSACIÓN CON EL MARCIANO:
M- adriana?
A- Si, quién eres?
M- un marciano sin antenas que llegó en un ovni que no vuela
A- Jajajaja encantada
   Pero tienes algún nombre abreviado?
M- Vinotinto, me llaman Paco Vinotinto
A- Paco es un nombre bastante español para ser un marciano
  Supongo que tendrás antepasados españoles
M- Yo iba con mi ovni hasta que un loco de esos con escopeas que tiran al plato me confundio
  entonces mi nave dejo de funcionar y los mios me abandonaron como a un anciano en la gasolinera. Como la     vida misma Adriana.
   Es el nombre adoptivo español
A- Entiendo
   Y hay algo que pueda hacer por ti?
M- No se si seguiras en peridismo o no. Si es asi, redacta un articulo! Que el mundo sepa mi historia! mmmm          siii! Ya casi puedo saborear a Pocholo recibiendo el Oscar y Globo de Oro por su actuacion en Paco El              Marciano.
     Si no, siempre me podria venor bien un buen mecanico para la reparacion. Eso si, debo estar alerta con lps        desarmaos que quieren desalijarme la nave. Comprare cobre para hacer trampas antigitanos.
A- Soy periodista y mecánica
    Esta misma tarde te escribo el artículo
    Y cuando tú quieras te arreglo la nave
M- Perfecto, tu seras una de las elegidas por tu bondad

miércoles, 4 de diciembre de 2013

6800

Todo comenzó un día de verano, con la excusa de entregar unos papeles en la universidad, ese día fue el primero que pasaron juntas. Una canción cantada con la nariz tapada, unas risas y algunas historias profundas, luego algunas partidas de cartas, litros, pipas, y al césped. Un día raro, porque se conocían, pero ninguna se había planteado que podían quedar sin otras amigas. Ambas se guardaron eso que sería su primer recuerdo. 
El tiempo siguió pasando, y la distancia se fue recortando. Las dos iban a separarse de sus mejores amigas, y la imagen de verse en la misma facultad se les hacía rara, sabían cuánto iba a cambiar todo. Las últimas semanas de vacaciones hablaban mucho, salían de fiesta, y se iban acumulando los recuerdos y las sonrisas. 
El primer concierto, el primer día de universidad, el primer examen, los cambios de clase con la frase "yo salgo ya, ¿te queda mucho?", lanzamientos de tabaco por los pasillos, una obsesión con el cierre del coche, silbidos simultáneos que provocan carcajadas, domingos de desgana, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábados y vuelta a los domingos de desgana, se pasaron más de 40 días viéndose todos los días. 
Un viernes cualquiera ambas se portaron como unas estúpidas, y todo se enfrió de golpe, surgieron dudas, frustración, impotencia, y todas esas cosas que a nadie le gustan. Pero las dos sabían en el fondo que todos esos días y todos esos momentos no se iban a quedar ahí, en un hoyo, que no se había acabado ahí. Y así era, días más tarde todo volvió a su cauce, he de decir que tuve miedo. Sí, yo soy una de esas dos, afortunada por poder estar escribiendo esto y más aún por haber podido vivirlo.
¿Cómo se solucionó todo? pues aunque parezca increíble fue un simple número, cuatro cifras, que no significan nada y a la vez lo dicen todo: 6800.
6800 kilómetros, 6800 litros, 6800 cigarros, 6800 horas, 6800 canciones, 6800 sonrisas, 6800 lágrimas, 6800 reencuentros y 6800 recuerdos que espero tengamos juntas para contar. 

martes, 12 de noviembre de 2013

Sin más.

Y es así, sin más, sin grandes revoluciones ni estallidos en el cielo, sin fechas aclamadas ni fuegos artificiales, un día como cualquier otro es aquel en el que todo encaja, empiezas a comprender todo, y aquellas dudas que tanto tiempo atrás te habían atacado y que hasta ese día seguían atosigándote, desaparecen. Puede que no mucha gente sepa de qué hablo hoy, pero otro tanto lo hará, estoy segura. 
Cuando una tranquilidad te abrume, y pierdas el peso que acarreabas inútilmente, cuando te sientas un poco mayor, quizás un poco más feliz, y puedas sonreír a pesar de todo lo que hayas sufrido, es entonces cuando entenderás esto.
Crecer. 
Miles de definiciones acompañan a esta palabra, mil escritos mejores que este se pueden encontrar, pero me da igual, porque ello no va a impedir que se escriba otro más. 
Que te importe poco lo que piense "la gente", que te quieras como eres y cada día luches por ser un poco mejor, que te esfuerces por alcanzar tus metas, y no te dejes caer a la primera de cambio, corregirse con una sonrisa al errar, comprender a los padres, exigir a los amigos, estar ahí para quien te necesite, pero no ser el idiota de turno que dice a todo que sí. 
Crecer, para mí, implica muchas cosas, pero que se asientan sobre una base: la madurez. Vale, sí, este es otro concepto igual o incluso más amplio, y cada persona le puede atribuir cientos de adjetivos distintos, pero una cosa no se puede negar, se sabe cuando alguien es maduro y cuando no.
Razonar, pensar las cosas, (no comerse el coco, que no es lo mismo) saber qué se tiene que hacer en cada momento, hacerlo, y estar con la cabeza y el corazón en ello. No es fácil, no es fácil estudiar cuando los colegas están de cervezas, no es fácil madrugar cuando hay gente que duerme hasta las tantas. Cada etapa de la vida tiene sus dificultades, y siempre dicen que la niñez es la mejor, pero creo (y ésta es mi opinión personal, igual de buena que cualquier otra) que es la madurez, ser conscientes de los actos, tener libertades que te has ganado, y hacer lo que toca pero siendo lo que a uno le gusta.
Lo que sí que es verdad es que una no se levanta un día y piensa: 'anda, ya soy mayor", no, pero poco a poco, con el tiempo, se va dando cuenta de que tiene responsabilidades, de que no es la misma persona que era tiempo atrás, que no ha cambiado sino avanzado, asimila que aquello por lo que tanto sufrió ahora le hace ser mejor, y es capaz de comentarlo con alguna amiga y reirse, haciendo de los tópicos como "algún día te reirás de esto" una realidad.
Todo tiene su cara y su cruz, pero Peter Pan se perdió una gran parte de su vida, y otros tantos al igual que él, que tienen miedo a crecer, sin saber que crecer es vivir y esta vida hay que vivirla.

lunes, 14 de octubre de 2013

Something new.

Nos rodean cientos de personas a diario, y es curioso cómo la vida, que a veces te arrebata cosas que quieres, se encargará de poner en tu camino otras, quizás mejores, o quizás sólo diferentes, y es que cada amistad es distinta, los puntos de unión, los de discusión, todo diferente.
Tenía poca fe en que eso pasara, una amiga me decía que esperara, y ahora he de darle la razón, que esta vida no me ha arrebatado nada del todo, simplemente me ha dado la oportunidad de conocer y estar más cerca de otras personas increíbles.
De todo se aprende, y de una buena conversación se pueden sacar muchas cosas, pero si siempre hablas con las mismas amistades llegará un momento en el que dejarás de aprender, por eso pienso que la vida cambia, para acercarnos a gente que nos enseñe más cosas, gente que nos ponga en duda, que nos rebata argumentos, pero que a la vez trate de comprendernos.
Sin embargo, no todas las personas que están a nuestro alrededor son capaces de hacer eso, por eso no todas son consideradas importantes. Cuando la vida gira, y te encuentras sólo, sin los puntos de apoyo que habían estado ahí siempre, aparecerá alguien, siempre aparece, que te cambie los esquemas, que te ganará con una velocidad sorprendente, para tapar el hueco que te asediaba. Las palabras de esa amiga a la que tengo que darle la razón fueron "ten paciencia, ya verás que aparecerá alguien que te hará comprender por qué todo ha dejado de ser como era". Pues así es, y no digo sólo en mi caso, pienso que esto siempre es así, nada es estático, no digo que sea fácil el cambio, pero ya que ocurrirá sí o sí, aunque duela debemos aceptarlo y no perder la esperanza, tenemos que estar dispuestos a abrir la mente y el corazón y dejar entrar a otras personas que nos puedan conocer y querer. 
Gracias a esa amiga que está ahí para dar esperanza, y gracias a esa amiga que aparece y te gana tan rápido.

martes, 27 de agosto de 2013

Lo mejor de este mundo...

En aquella época en la que se formaban los grupos de amigas, yo estaba un poco sola, no encontraba ese grupo que fuera conmigo, en un colegio de niñas pijas todas iguales, cerradas y repipis, yo no encajaba. Sin embargo había algunas que, aunque diferentes entre ellas, no eran así, y se fueron uniendo poco a poco. Yo las veía, y miraba a las otras pijas, y analizaba, hasta que un día, sin esperarlo ni planearlo, empecé a irme con ellas. Son un grupo enorme, de lo más heterogéneo que he visto nunca, las profesoras nos decían que no duraríamos mucho juntas, y que al salir del colegio nos dispersaríamos. 
Eran la alegría de aquel insípido colegio, las que conseguían que ir a clase por las mañanas no fuera un martirio (a no ser que alguna pusiera el borrador encima de la puerta y al entrar te lloviera tiza). Aquellas que robaron el árbol de Navidad del pasillo para decorar la clase, las que pusieron Post-its con caras alegres a los cuadros inexpresivos que recorrían los pasillos, esas que hacían merendolas cada semana sólo para romper la monotonía.
Yo formaba parte de todo eso, aunque siempre pensé que yo era (si cabía) la más diferente, y que no terminaba nunca de encajar. Estando dentro lo veía como lejano, y a veces, me chocaban algunas cosas y pensaba en cambiar de amigas. Supongo que a todos nos ha pasado alguna vez, enfadarnos y pensar que ya nunca más te vas a ir con esas personas. Y era en esos momentos en los que me daba cuenta de que no podía estar sin ellas, que son las que me han hecho como soy, las que me han sacado más sonrisas y que fueron las que me "rescataron" cuando estaba sola. 
Al salir del colegio dudé de la continuidad del grupo, y efectivamente alguna se fue, pero llegaron otras mejores, que han hecho de este grupo algo increíble, a día de hoy estoy más unida a ellas de lo que he estado nunca, no cambiaría a ninguna de ellas por NADA del mundo, son lo mejor que tengo.
Hoy es 27 de Agosto, ayer fue mi Santo y antes de ayer mi cumpleaños, al ser verano me había hecho a la idea de que no estaríamos muchas, el sábado (24) por la noche quedé con una amiga, se unió un amigo, y yo ya me daba por satisfecha, pero entonces llegaron dos más, luego otras dos, y por último otras dos. Tres de ellas vinieron desde la playa o el campo sólo para celebrar mi cumpleaños. Lo que iba a ser una noche tranquila con un par de amigas acabó siendo una gran noche con casi todas (las que no pudieron venir estuvieron muy presentes de todas formas). Al día siguiente, es decir ya el día 25 no pudimos hacer nada gordo, un par de amigas y unas risas, pero hoy, tras ir de compras con una de ellas, ésta me dijo que por la tarde nos fuéramos al parque a hacer fotos, al llegar, yo feliz con dos discos de música nuevos que me había traído, me sorprendieron allí el resto del grupo. 
Por favor que alguien me diga ¿qué más se puede pedir?. Han sido tres días inolvidables, he llegado a casa ahora llorando de la alegría, pensando que jamás quiero alejarme de ellas, que cada día, mes y año que llevo junto a ellas ha merecido la pena, que de cada enfado he aprendido algo, que de cada risa he disfrutado hasta decir basta, y pensando que el ser tan diferentes nos ayuda a todas y cada una, porque estoy segura de que nos hemos hecho entre nosotras mucho más bien del que se pueden haber hecho los grupos de pijas en los que podía haber acabado. 
No cambiéis nunca, porque sois lo mejor que tengo, lo mejor que me ha podido pasar, sois lo mejor de este mundo.